Haikus de Ana Maritza de Schwarzl

Bosques frondosos

naturaleza abierta

olor a musgo.

Mustio silencio

sonidos expresivos

susurros de hojas.

Muere la tarde

bosques en soledad

penurias caen.

Árboles visten
en algodón de azúcar
cae la nieve.

Los pajarillos
vuelan de rama en rama
salpican copos.

Florece vida
sobre los blancos céspedes
huellas que dejan.

Otoño llega

reflejos de sol tenue

tapiz de nueces.

Ventiscas fuertes

las avecillas vuelan

dalias perfuman.

Entra la noche

cantan grillos y ranas
miradas tiernas.

Caen las hojas

ventiscas otoñales

vidas desnudas.

Fino rocío

refrescan prados y almas

resurgimiento.

Los días cortos

oscurece la tarde

sólo nostalgia.